Cuando el amor de Dios está presente, el temor queda completamente erradicado, y el corazón está protegido del efecto de las desgracias, siendo libre para conquistar grandes batallas.
Dice la palabra de Dios: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. (1Juan 4:18)
¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará Deuteronomio 31:6 NTV
OREMOS: Precioso Jesús, Gracias por perdonar nuestros pecados, derramando el poder de tu amor en nuestro corazón haciéndonos fuertes, valientes, y libres de temor; Tenemos gran expectativa al saber (como lo dice tu palabra) que nos llevarás a conquistar la tierra de promesa que tú ya preparaste para nuestra vida manifestando tu poder milagroso, Amén
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