Estamos viviendo tiempos peligrosos, y el Padre quiere enseñarnos a usar con destreza las armas correctas para enfrentar la adversidad, teniendo la absoluta seguridad de que la victoria es inminente. ¡Él la ganó en la Cruz, para nosotros! (Ap12:11)
Aprender a usar la armadora de Dios, es herencia entregada a cada uno de sus hijos a quienes Él entrena en su presencia; enseñándoles a identificar que la lucha que se enfrenta, no es con la gente, sino con la influencia de maldad que quiere atrapar la mente, guiándole rumbo a la derrota. (2aCo5:3-4)
Pero si buscamos su dirección, seguro veremos maravillados su poderosa intervención haciéndonos su instrumento de victoria,
Dice la palabra: “Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes. Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios. Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados. Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo. Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.” Efesios 6:11-18 NTV
OREMOS: Padre, gracias por entrenarnos y darnos victoria enmedio de la guerra. Enséñanos a siempre ser armados y peligrosos contra las asechanzas del diablo a través de tu poderoso amor, en el nombre de Jesús, Amén.
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